En nuestro blog anterior, estuve hablando de qué es un refrigerante de motor y por qué es crucial para tu vehículo. Ahora, quiero contarte un poco más acerca de los consejos básicos para solucionar las problemáticas más recurrentes.
1 Sobrecalentamiento del motor
- Causa: Refrigerante insuficiente o incorrecto.
- Solución: Detén el vehículo de inmediato. Una vez que el motor esté frío, verifica el nivel de refrigerante y rellena si es necesario con refrigerante diluido en la concentración recomendada por el fabricante del vehículo. Si el problema persiste, podría haber una fuga o un problema en el termostato.
2 Fugas en el sistema de enfriamiento
- Causa: Sellos deteriorados, mangueras dañadas o un radiador corroído. Refrigerante incorrecto, mezcla de refrigerantes incompatibles, concentración incorrecta o de calidad inadecuada.
- Solución: Inspecciona visualmente el sistema en busca de fugas. Si encuentras una, lleva tu vehículo a un taller para repararla. Verifica la compatibilidad del refrigerante utilizado con los distintos componentes del sistema según lo especificado por el fabricante del vehículo.
3 Corrosión en el radiador
- Causa: Uso de agua sin purificar, mezcla de refrigerantes incompatibles, concentración incorrecta o calidad inadecuada.
- Solución: Drena y enjuaga el sistema de enfriamiento con agua desionizada. Rellénalo con un refrigerante diluido en agua desionizada según las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto a la calidad y concentración.
4 Refrigerante turbio, oscurecido o con mal olor
- Causa: Contaminación o envejecimiento del refrigerante.
- Solución: Drena y enjuaga el sistema de enfriamiento con agua desionizada. Rellénalo con un refrigerante diluido en agua desionizada según las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto a la calidad y concentración.
No todos los refrigerantes son iguales
En el mercado existen productos que aseguran cumplir con especificaciones de fabricantes originales, pero no han pasado por procesos formales de aprobación. A menudo, el único respaldo de estas afirmaciones proviene del propio fabricante del refrigerante, sin pruebas externas ni certificaciones. Esto supone un riesgo potencial, especialmente con tecnologías más avanzadas como los refrigerantes orgánicos OAT o híbridos HOAT, que requieren rigurosas pruebas para garantizar su eficacia.
Por otro lado, los refrigerantes de tecnologías más antiguas pueden no ofrecer la protección adecuada para los motores modernos, y optar por productos falsificados o de baja calidad puede ocasionar problemas graves como corrosión acelerada o fallos en el sistema. Para evitar fraudes, asegúrate de comprar refrigerantes de marcas confiables y, siempre que sea posible, selecciona productos con aprobaciones formales de fabricantes como Mercedes Benz, Renault o Volvo, entre otros.
Mantenimiento preventivo: la clave del éxito
Para garantizar el buen funcionamiento de tu vehículo, sigue estas recomendaciones:
Revisa el nivel de refrigerante regularmente
Hazlo cuando el motor esté frío para evitar quemaduras.
Cambia el refrigerante según las especificaciones del fabricante
Esto generalmente ocurre cada 2 a 5 años, dependiendo del tipo de refrigerante.
No mezclar diferentes tipos de refrigerantes
Las tecnologías de los refrigerantes convencionales (Aditivos Inorgánicos) actúan generando una capa pasivadora sobre las superficies metálicas de los distintos componentes del sistema de enfriamiento. En cambio, los refrigerantes OAT y HOAT (Aditivos Orgánicos) tienen componentes de limpieza que remueven incrustaciones de minerales, incluyendo esta capa pasivadora, pudiendo dejar expuestas filtraciones que generen la contaminación del aceite lubricante, ocasionando fallas catastróficas.
Inspecciona el sistema de enfriamiento
Busca señales de desgaste en mangueras, sellos y el radiador.
Con un refrigerante adecuado y un mantenimiento correcto, tu motor funcionará de manera eficiente y estará protegido contra los estragos del tiempo y las condiciones extremas. ¡No dejes que un descuido arruine el corazón de tu vehículo!
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Eduardo Pesano, especialista en Desarrollo Comercial