ES MÁS QUE SÓLO ACEITE, ES INGENIERÍA LÍQUIDA.

El alto riesgo de cambiar lubricantes “por tabla” sin entender la aplicación

En muchas fábricas, talleres y plantas industriales, se repite una práctica con más fe que fundamentos: se seleccionan lubricantes “equivalentes” porque así lo dice una tabla.

Ya sea en licitaciones donde se exige que los proveedores coticen "productos equivalentes" a los de una marca líder, o dentro de las propias plantas, donde se cambia de proveedor arrastrando recomendaciones antiguas, esta costumbre se ha vuelto una zona de confort peligrosa. En el mejor de los casos, se pierde rendimiento; en el peor, se arruinan equipos y se genera un impacto económico que nadie calculó.

 


el mito de la "equivalencia perfecta"

El error es fácil de cometer: si dos aceites cumplen con la misma norma (digamos, un ISO VG 68 o un API CK-4) entonces deberían ser “intercambiables”. Sin embargo, como bien señalamos en nuestras guías técnicas, “no todos los lubricantes pueden cruzarse con una coincidencia directa”. Incluso si se cumple una especificación mínima, existen grandes diferencias en:


Tipo de base (mineral, sintética, o mezcla).


Índice de viscosidad.


Estabilidad a la oxidación.


Composición del paquete de aditivos.


Compatibilidad con sellos o con otros lubricantes.

Un aceite hidráulico puede tener el mismo grado de viscosidad pero una estabilidad térmica completamente distinta, afectando la vida útil del sistema. En palabras de Piet Lugt, experto en lubricación de rodamientos: “las propiedades tribológicas finales dependen no sólo del espesor de película, sino de cómo interactúan los aditivos con los materiales de contacto”.

 


cambiar sin evaluar = heredar errores

Otro problema frecuente es el “copy-paste”: una planta cambia de proveedor y solicita "una equivalencia exacta a lo que ya usaban". Pero... ¿alguien revisó si ese lubricante era el correcto para la aplicación actual? ¿Se tuvo en cuenta si las condiciones de carga, temperatura o velocidad cambiaron? ¿Se consideró que la tecnología del lubricante pudo haber evolucionado?

Muchas veces se arrastran errores del pasado, confiando en una elección que quizá fue adecuada hace 10 años, pero que hoy resulta obsoleta. Esto es particularmente crítico en aplicaciones como engranajes industriales, turbinas, compresores o sistemas hidráulicos de alta exigencia.

 


el costo oculto del "ahorro"

En algunos casos, la presión por reducir costos lleva a licitar con productos premium como referencia, pero exigiendo a los oferentes que bajen los precios presentando “equivalencias”. En este contexto, siempre aparece el proveedor que ofrece “lo mismo pero más barato”.

¿El resultado? Disminuye el TBO (time between overhauls, o tiempos entre reparaciones mayores), aumentan los cambios de aceite, se disparan las paradas no programadas y nadie hace el vínculo entre el cambio de lubricante y el incremento de fallas.

 


Según la Society of Tribologists and Lubrication Engineers (STLE):
"Entre el 40% y 50% de las fallas en componentes lubricados están relacionadas con prácticas de lubricación incorrectas, incluyendo la selección errónea del producto".


las tablas de equivalencia no cuentan toda la historia

Una tabla de equivalencias o cross-reference es, en el mejor de los casos, una aproximación inicial. No contempla las condiciones reales de operación, del entorno, o si la base sintética de un producto puede afectar elastómeros o sellos de una marca específica. Tampoco aclara si el aditivo antidesgaste es zincado (ZDDP) o si es libre de cenizas (ashless).

Además, muchas veces las fórmulas son propietarias: dos aceites ISO VG 150 pueden tener una formulación química radicalmente diferente.

 


En palabras de Theo Mang, editor de la Encyclopedia of Lubricants and Lubrication:
"Seleccionar el lubricante correcto no es sólo una cuestión de cumplir una norma, sino de integrarlo como parte del sistema tribológico total".


¿cómo debería realizarse un cambio de lubricante?

Para hacer las cosas bien, no alcanza con comparar fichas técnicas. Este es el camino recomendado:

1. Análisis de aplicación real
Temperatura, carga, velocidad, tipo de metal, tipo de sello, presencia de contaminantes, etc.

2. Consulta técnica
Con el OEM, con el fabricante del lubricante, o mejor aún, con un ingeniero de lubricación independiente.

3. Pruebas controladas
S
i se desea migrar de marca, hacerlo con seguimiento y monitoreo, idealmente en fases.

4. Capacitación al personal
M
uchas fallas vienen por errores en la aplicación (uso de grasa incompatible, tiempos de cambio incorrectos, etc.).

 


ANALOGÍA PARA CERRAR (CON UN TOQUE DE HUMOR)

Cambiar un lubricante por una supuesta equivalencia sin revisar la aplicación, es como recetar un antibiótico sólo porque tiene el mismo color que el anterior. Puede que funcione… o puede que termines con el paciente en terapia intensiva.

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conclusión: el lubricante no es un commodity, es un elemento crítico

Quedarnos tranquilos con una tabla de equivalencias puede ser tentador, pero también es técnicamente irresponsable. El lubricante es un componente funcional del equipo, no un insumo más. Su desempeño depende de factores complejos que no pueden resumirse en una especificación genérica.

Entonces, ¿la próxima vez que te digan “es equivalente”, te vas a conformar con la tabla… o vas a pedir que te expliquen por qué?

Castrol - El alto riesgo de cambiar lubricantes por tabla sin entender la aplicación

 

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 Alfredo Riesenberg

Ing. Alfredo Riesenberg, especialista en Desarrollo Comercial

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