Proactividad para reducir las fallas de los motores diésel
7 de febrero 2024
Una de las ventajas que tienen los motores diésel tradicionales con respecto a los nafteros, es que requieren un servicio de mantenimiento menos frecuente y tienen mayor vida útil. Además, los mayores torque y potencia que entregan permiten usarlos en rangos de escalas y servicios mucho más amplios, desde un vehículo particular hasta un buque porta contenedores, pasando por un camión minero de varias toneladas. Como contrapartida, reparar un motor diésel puede costar, dependiendo del diseño, hasta un 40% más que un naftero en servicio liviano y mucho más en servicio pesado. Esto nos lleva a diseñar estrategias de acciones preventivas y predictivas para un diagnóstico temprano de fallas, apoyándonos en procesos de mantenimiento específicos, de alta tecnología, que buscan minimizar los problemas.